’’Saludos, soy Saint Germain. En ocasiones se me asocia con la libertad en las relaciones. Como podéis imaginar, los Maestros Ascendidos no solo estamos relacionados con temas específicos, sino que os apoyamos en diferentes ámbitos de vuestra vida. Por ello, algunos de nuestros temas más importantes coinciden. Me gustaría revelaros un aspecto importante sobre el ego, algo de lo que aún no sois conscientes y que, sin embargo, parece esencial para vosotros. Por lo que sé, muchas personas descuidan su ego, ya que piensan que es una gran debilidad humana. Los hay incluso que lo confunden con el egocentrismo.
Tratad de recordar el momento en el que vivíais en el Amor Total, en la unidad, como chispas de consciencia divina. En esos días, decidisteis emprender un viaje más allá de la fuente divina para tener ciertas experiencias, ya que ahí no conocíais nada más que el amor.
En vuestro camino a través de las experiencias de aprendizaje de la dualidad no habríais llegado muy lejos solo con el amor incondicional. Si solo hubierais albergado amor en vuestro interior, ¿cómo habríais podido experimentar la envidia, el odio, la ira o la hostilidad?
Esta es la razón por la que creasteis lo que ahora llamáis vuestro ‘ego’. El ego es muy importante para sobrevivir en la dualidad, para tener experiencias y evolucionar. Es el motor y estímulo para experimentar todos los aspectos de las existencia humana y para vivir todos los sentimientos; esto os permite conoceros mejor a vosotros mismos. Sin el ego no podríais existir en la dualidad.
El egocentrismo es algo totalmente diferente. Una persona egocéntrica es aquella que solo piensa en sí misma, sin reparar en los problemas y necesidades de los demás. Todos habéis experimentado el egocentrismo en la dualidad y vuestro ego os ayudó en ello.
¿Qué significa para vosotros el hecho de que todos tengáis ego? Amadlo, aceptadlo y agradeced que haya sido vuestro motor, vuestro piloto automático a través de numerosas encarnaciones. No os enfrentéis a él ni lo rechacéis; integradlo como una parte de vosotros, porque vuestro ego se transformará con vosotros por sí solo. Y llegado el día en el que ya no lo necesitéis, desaparecerá. Entonces sabréis que os habéis convertido en Maestros y que estáis en el camino de vuelta a la fuente divina. Eso no significa que tengáis que abandonar la Tierra, sino que vuestro ‘programa de aprendizaje en la dualidad’ está llegando a su fin.
Estoy con vosotros para enseñaros lo que significa la transformación del ego. Seguid este camino con serenidad, paz y alegría. Yo soy vuestro hermano, yo soy vuestro amigo.
¡Yo soy Saint Germain! Os envío mis saludos.’’