La enfermedad no solo está relacionada con pensamientos o emociones, sino también con el nivel espiritual de nuestro ser. Si éste no se experimenta o no se tiene acceso a dimensiones superiores, puede acarrear molestias en el área de la salud y el bienestar. En el momento actual, en la era de la gran transformación, mucho más que antes.
El biólogo celular americano Dr. Bruce Lipton, en su pionero libro Biología de la creencia, actualmente disponible solo en alemán, muestra a sus lectores de forma comprensible, cómo el pensamiento y los sentimientos humanos tienen efecto en cada célula individual del cuerpo y lo que ocurre a nivel molecular. Más aún: en la ciencia desarrollada por él, epigenética, pone en cuestión la actual suposición de que nuestra existencia física está determinada por nuestro ADN y prueba que la vida humana individual, así como la existencia colectiva se controla por la combinación de espíritu (espiritualidad) y materia.
Bruce Lipton en mi opinión es uno de esos médicos revolucionarios que vinculan más estrechamente la medicina con la espiritualidad. Igual que el suizo Dr. Jakob Boesch. En su libro Spirituelles Heilen und Schulmedizin (Sanación espiritual y medicina tradicional), actualmente disponible solo en alemán, informa de experiencias de su consulta, presenta los más nuevos resultados en investigación científica de diferentes países y proporciona importantes argumentos para que la sanación espiritual y, por supuesto, la medicina tradicional puedan en el futuro ir de la mano. Y pone gran énfasis en la responsabilidad individual de cada paciente.
Al no ser médico, naturalmente, no puedo escribir sobre la salud y enfermedad desde una perspectiva médica. Solo puedo remitirme a las áreas de la energética y espiritualidad, que están detrás de todo. Y allí hay, de hecho, nueva información y conocimientos que nos llegan directamente del mundo intangible. Quiero compartir con ustedes lo siguiente:
“Vosotros que buscáis nuevas formas de curación, imaginaos que todo lo que habéis investigado y aprendido en las últimas décadas y siglos, sea tan solo una parte de lo que decide en definitiva la curación. Para llegar a este conocimiento, debéis dejar caer vuestras limitaciones, abandonar el aparentemente seguro terreno de la ciencia y alinearos con aquello que el cosmos, el mundo intangible o como se quiera llamar a este reino metafísico, os ofrezca de nueva información. Os limitáis mucho y dedicáis mucho tiempo a la búsqueda de pruebas y evidencias, ya que no tenéis confianza. Si vivierais más según vuestra sabiduría y forma de actuar interna, ya estaríais mucho más avanzados en vuestros conocimientos de medicina. Nosotros, los ayudantes del plano espiritual, os guiaremos y mostraremos hacia dónde llevará este viaje. Si os entregáis a él podremos conseguir juntos muchas cosas, y lo que hoy señaláis como milagros, se convertirá algún día en vuestra realidad, vuestra medicina de verdad. Soy el Arcángel Rafael.”