“¡Saludos! Soy el arcángel Chamuel. Hoy me gustaría hablar sobre por qué las expectativas no siempre os hacen felices.

Durante siglos, os habéis desarrollado de seres conscientes que una vez estuvieron estrechamente conectados con la naturaleza y con los seres celestiales, a habitantes de la Tierra que se sienten más seguros/as cuando piensan que tienen el control de sus vidas y llevan una vida según sus ideas. Y estas ideas y expectativas deben satisfacerse con tanta precisión como sea posible.

Pero seríais mucho más felices si pusierais vuestras expectativas a un lado más a menudo y reconocieseis un significado más profundo detrás de las cosas que Dios, el universo o el (así llamado) destino tienen pensadas para vosotros/as.

Todo lo que existe es sujeto de ciertas vibraciones. No solo vosotros/as, también la naturaleza y los objetos a vuestro alrededor; también vuestros pensamientos, intenciones, vuestro interés y voluntad.

Al mismo tiempo, sois parte de la Gran Divinidad, la unidad absoluta, un plan superior. Vuestras visiones, deseos y objetivos son también parte de ello. Si coinciden con el gran plan divino, pueden volverse realidad, de la forma en la queréis que sean.

Si solo coinciden parcialmente, ¡hay una razón! Porque tan pronto como intentéis engañar al plan divino o del universo (con el que ya estáis de acuerdo a un nivel superior de conciencia), vuestro plan empieza a fallar. Las frecuencias energéticas  –vuestras y del universo – ya no corresponden.

Sin embargo, si tenéis expectativas fijas que no se corresponden con las altas vibraciones energéticas del universo, os desconectáis completamente del plan superior. Circuláis virtualmente por la vida en un camino paralelo, con la dificultad de volver al camino principal.

Por ello, ¡abandonad vuestras expectativas fijas y dadles la oportunidad de resonar de nuevo con el universo!’’