‘’¡Saludos! Soy Lady Portia. En estos momentos estoy muy ocupada, ya que hay un gran número de personas conscientes de que ya no pueden más con su sentimiento de culpa. Hay personas que odian a sus semejantes porque sus antepasados se culpaban entre sí por cosas que ya no importan hoy en día. ¿Creéis que esto no es más que una afirmación presuntuosa?, ¿pensáis que la culpa nunca prescribe?
Por eso me gustaría preguntaros: ¿a quién beneficia esta culpa?, ¿qué hay de vuestro sentido de la justicia?, ¿no es esta actitud una forma de permanecer en lo más profundo de la dualidad?, ¿qué hay del amor divino y del perdón incondicional?
Muchas personas consideran que el perdón es una muestra de debilidad, y por eso permanecen en el resentimiento y la culpa. Desde su punto de vista ellos están en lo correcto, pero solo desde la perspectiva humana. Todo en la vida sigue un orden y un plan divino, que en ocasiones escapa al limitado entendimiento humano.
Ya conocéis el principio de causa y efecto: si se coloca una piedra en una balanza, uno de los platillos se moverá hacia abajo y el otro hacia arriba. Con los seres humanos es igual; nada sucede sin un efecto kármico y energético. Hay veces que las causas se remontan a encarnaciones anteriores, y el efecto solo se manifiesta en el presente. Esto es común en víctimas inocentes, en países enteros y regiones del planeta en las que suceden desgracias.
Sois conscientes de que habéis vivido casi cualquier experiencia de aprendizaje posible en la dualidad y de que estáis a punto de dejarla atrás y de seguir a los Maestros Ascendidos. Habéis alcanzado el final de un largo ciclo de evolución que consiste en afrontar los últimos retos y obstáculos a nivel espiritual.
El perdón y el amor incondicional son dos de los mayores retos que tenéis que superar. Puede ser de gran ayuda que observéis una situación concreta desde diferentes ángulos: desde la perspectiva humana y desde la espiritual, desde el programa uno y el programa dos. Como seres humanos, estáis predispuestos a juzgar y a condenar, a insistir en que sabéis lo que está bien o mal. No obstante, si cambiáis de perspectiva, si observáis una situación desde diferentes puntos de vista — y sois sinceros con vosotros mismos y con los demás — enseguida os daréis cuenta de que hay más de una forma de ver las cosas. Aunque en las dos caras de una moneda haya una imagen distinta, la moneda es la misma. En la dualidad siempre hay al menos dos ‘verdades‘, que forman parte de una única verdad divina.
Lo que pensáis forma parte de la verdad humana y está fuertemente limitado por vuestro pensamiento. Por ello, esta verdad nunca es absoluta. Quizá este enfoque os ayude a dejar los juicios y los reproches y a transformar vuestros sentimientos de culpa. Es un placer para mí ayudaros a ello.
¡Soy Lady Portia!’’